Con su textura suave, su sabor delicado a vainilla y esa capa dorada que se forma al hornearse, la tarta flan es uno de los grandes clásicos de la repostería francesa.
Conocida en Francia como flan pâtissier, esta tarta de crema horneada, es un icono que no puede faltar en las vitrinas de las panaderías y pastelerías del país.
Se prepara con una base de masa quebrada o pâte brisée y se rellena con una crema pastelera espesa, rica y con aroma a vainilla. Al hornearse, la superficie se dora ligeramente, creando una capa fina y brillante que contrasta con el interior cremoso.
Primero prepararemos la masa brisa mezclando todos los ingredientes. Amasamos la masa 10 minutos, formamos una bola, y la aplanamos ligeramente con el rodillo. Filmamos la masa brisa y la dejamos reposar en la nevera.
Para preparar el flan comenzamos calentando la leche a la que agregaremos la vainilla. Cuando esté tibia, retiramos del fuego.
En un cuenco amplio mezclamos los huevos con el azúcar y la maicena removiendo bien con las varillas hasta obtener una mezcla ligera.
Vertemos un poco de leche sobre la mezcla anterior sin dejar de remover con las varillas hasta que quede bien integrada. Vertemos entonces esta mezcla en la cacerola, y cocemos a fuego medio unos minutos hasta que la crema quede espesa.
Vertemos la crema en un bol, la filmamos con el film pegado a la crema, y la dejamos reposar. Enharinamos ligeramente la encimera y estiramos el disco de masa para hacerlo más fino y que cubra el molde que utilizaremos para hacer la tarta.
Cubrimos la base y las paredes del molde con la masa brisa, y recortamos los bordes sobrantes.
Vertemos la mezcla de flan, y horneamos la tarta durante 45 minutos a 180ºC.
Retiramos la tarta del horno, dejamos enfriar por completo, y desmoldamos cuidadosamente.

Con qué acompañar la tarta flan
Cualquier fruta fresca de temporada es ideal para complementar esta suave y cremosa tarta.
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